Los rodajes siempre despiertan expectación. Sobre todo entre los chavales, que a menudo siguen con extrema curiosidad nuestras maniobras. A Rafa lo confundieron con un actor famoso y los chicos no se quedaron tranquilos hasta que pudieron hacerse una foto con él. Ahí los tenéis en la instantánea posando muy orgullosos junto a la celebridad. Pero no siempre la curiosidad se muestra abiertamente. Fijaos cómo en una de las fotos un vecino se asoma en lo alto a su ventana sin miedo a estropearnos el plano. Incluso, aunque no hay foto del incidente, se nos dio el caso de una señora que se empeñaba en salir en la película que estábamos rodando, y se dedicó a entorpecer una y otra vez la toma, plantándose por delante de la cámara y saludando jubilosamente hacia el objetivo cada vez que dábamos la voz de acción. Hasta tuvimos que parar el rodaje y esperar a que se fuera. Pese a estas pequeñas anécdotas, el público suele portarse muy bien casi siempre y hasta colabora si se ofrece la oportunidad.
viernes, 12 de agosto de 2011
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