Por más que intentemos otra cosa, al final siempre nos sale el flamenco, el juerguista o el torero que llevamos dentro. También en los rodajes. Y lo mismo Carmen coge una escoba y se marca unos compases, que al director le faltan al respeto y le colocan un sombrero cuatro tallas más pequeño que el diámetro de su cabeza, o que Luis Miguel grita "¡dejarme zolo!" y le propina unos cuantos pases a un morlaco invisible. La cosa es dar la nota "a la española" y presumir de castizos ante los compañeros de otras nacionalidades, que, por cierto, no son pocos en el grupo. ¡Va por ustedes!
jueves, 1 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario