Juan Carlos es miembro socio del cinematógrafo en el exilio y miembro del taller de cine.
Actualmente es profesor de Geografía e Historia en el Instituto de Enseñanza Secundaría Mar de Poniente de La Linea de la Concepción.
Durante el año pasado fue el profesor de interpretación dirigido al Cine que realizo el taller de cine del Cinematógrafo en el Exilio.
¿Qué inquietudes te trajeron a este grupo tan extenso y heterogéneo?
Disfrutar de la creación artística. En general me encanta el arte, aunque siempre he sido más espectador y crítico que creador, que es lo realmente difícil. Participar en un colectivo que está creando, aunque mi participación sea mínima y simplemente me meta en el ambiente me parece muy excitante.
¿Qué facetas prefieres, las de dirección y apoyo o la de actor?
La de actor es divertidísima, meterte en la piel de diferentes personajes en diversas situaciones es muy liberador, cuando lo haces te sientes más cómodo contigo mismo. Sin embargo todas las labores que están detrás de un rodaje son trascendentales y ciertas labores de apoyo pueden ser decisivas en el resultado final de una película. Desde luego la dirección y el montaje me parecen las labores más importantes porque suponen un control de la totalidad de la obra, y si tenemos que elegir a un creador esencial de un producto tan complejo como es el cine, podemos decir que ese creador se ocuparía de estas tareas siempre más abstractas, difíciles y a veces confusas vistas desde fuera. En el futuro me encantaría meterme en cuestiones de montaje y dirección, pero me falta mucho por aprender, también como actor, aunque esas carencias las puedes disimular mejor.
¿Sientes el cine como un componente lúdico más en la vida o como una técnica de autocontrol muy efectiva?
¿Sientes el cine como un componente lúdico más en la vida o como una técnica de autocontrol muy efectiva?
Me das dos opciones demasiado concretas. Yo creo que siento el cine como algo más, pero es cierto que a veces ocupamos nuestro tiempo en actividades con las que simplemente decimos que nos divertimos, es decir, hablamos sólo de su componente lúdico, que es un poco neutro, igual para todo el mundo, sin entrar en las razones de por qué "nos divierte", y por qué lo que divierte a unos no divierte a otros. Yo creo que el cine, por supuesto, tanto como espectador, actor, director o cualquier otra función, nos hace fantasear, soñar, subirnos por las nubes o sumergirnos en los infiernos, creernos por ejemplo Cary Grant cuando hacer reír a Audrey Hepburn duchándose con traje, y de alguna forma, como dices, puede servir para autocontrolarnos. ¿Puede ser incluso utilizado para controlarnos?
Posiblemente, pero si este es el actual opio del pueblo yo estoy afortunadamente enganchado.
En este grupo, de momento, hay una especie de feeling parejo, no aparece la competitividad, hay buen rollito, cada cual está de acuerdo con lo que se le asigna, se toman iniciativas, se discute en tono dialogante, parecemos un grupo perfecto... ¿Crees que este estado aparente de perfección se puede mantener ó aparecerá alguien -tal vez un lobo disfrazado de cordero- que lo rompa?
Es cierto, tenemos un rollo estupendo, vamos a disfrutarlo. Yo he calificado en alguna ocasión el taller de cine como una comuna creativa porque creo que tiene mucho de eso. Todos sabemos el peso que tiene alguno de nuestros compañeros en la propuesta de magníficos proyectos, el planteamiento de trabajo, la construcción de nuestras obras, la resolución de problemas, etc., y esas personas son las primeras que aportan su gran trabajo con humildad y de una forma totalmente democrática y asamblearia, mostrando un gran ejemplo para los demás. Por otra parte, como dice la canción de El último de la fila, "cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana", y como nosotros no tenemos pelas y estamos juntos debe ser porque nos queremos, ¿no?
Lo digo por la experiencia en otros grupos, donde la madre del cordero no es otra que el afán de protagonismo, la manipulación soterránea y el espíritu competitivo, donde el grupo se desintegra inevitablemente.
Yo creo que debemos disfrutar el momento, aprender y crear, el futuro no lo conoce nadie.
¿Qué sientes cuando, una vez acabado un corto en el que has participado, no importa si tu papel era o no destacado y se mira más el resultado como grupo?
Aunque hayas tenido una aportación pequeña sosteniendo un foco durante algunos minutos sientes que formas parte de una familia que has ayudado a que nazca una criatura que es parte de todos.
¿Has sido alguna vez protagonista? Cuenta la experiencia, si así ha sido.
No, Amores ilícitos es mi primer papel "protagonista", pero yo creo que esa especie de jerarquía de actores que establece protagonistas, secundarios, etc., es un poco ridícula, trasnochada y denota un tratamiento grosero del trabajo de un actor. Todo el mundo recuerda casos de actores "secundarios" que llenan la pantalla haciendo que nos olvidemos de los "protagonistas". Creo que los auténticos protagonistas de una película son todos los que intervienen en ella. A lo mejor con esto te he dado a entender que no me gusta sentirme el centro de las miradas, el protagonista, y es cierto, pero también creo en todo lo que te he dicho antes.
¿Has viajado alguna vez a la luna, no me refiero al satélite de la tierra, sino a lo que llamamos "viajar a la luna de Valencia", es decir, estar obnubilado? Ya sabes, cuando te enamoras y no te hacen caso..., ese estado especial de creación continua imaginando... cuántas películas podemos montar y desmontar a lo largo de días y semanas o tal vez meses (lo que nos dure ese estado)...
¿Cómo lo haces tú, un amante del celuloide?
He viajado a la luna de Valencia sobre todo en mi adolescencia que se prolongó hasta bien entrados mis veintitantos años. Con la madurez se gana en escepticismo, pones reparos a lo que antes te parecía maravilloso. Recuerdo películas en las que se me saltaban las lágrimas y ahora me producen una inquietante indiferencia. Estoy contento conmigo mismo en la actualidad, pero es cierto que esa ingenuidad romántica que pierdes al hacerte más mayor hace que se desarrolle mucho tu creatividad e imaginación. Pero siempre hay tiempo para seguir soñando.
1 comentario:
Felicito a nuestro entrevistado por sus respuestas y a nuestro montador, por las buenas perspectivas de este post, y de los otros.
La elección de las fotos todo un acierto.
De seguir así, seguro que nos hacen la nominación para los mejores blogs, en lengua española.
besitos a la troupe.
Rita.
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